La educación es claramente, como lo menciono
Nelson Mandela en uno de sus discursos, el gran motor de desarrollo personal.
Todos nosotros ingresamos a la universidad con
un propósito, con metas y planes para cumplir, pero como todo en la vida,
formarnos como profesionales es un proceso, y sin las bases necesarias jamás
podremos ser buenos en lo que hacemos, muchas veces en nuestro afán por avanzar
olvidamos las cosas que consideramos pequeñas, pero que tienen una gran
importancia. Este semestre en la clase en ensayos de opinión, el profesor Sebastián
Cobos nos ha asignado varias exposiciones así como escribir bitácoras de cada una
de las clases, al ver los temas de las exposiciones como el uso de los signos
de puntuación o la forma correcta de realizar citas textuales seguramente
muchos pensaron que eran temas que ya dominábamos, que no era necesario hacer
tanto énfasis en ellos, fue algo parecido a lo que pensé yo con el tema que debía
exponer en esta clase: el uso de mayúsculas y minúsculas.
Al avanzar el semestre y aprender tanto del
profesor como de nuestros compañeros, esta mentalidad, estoy segura, cambio
para muchos de nosotros, personalmente pienso que todos hemos crecido en
nuestro proceso de escritura, unas personas más que otras pero ninguno de
nosotros está terminando este semestre escribiendo de la misma manera a como se
escribió la primera bitácora, de la primera clase.
El día de hoy, martes dos de mayo, la clase
inició puntualmente como es de costumbre con el saludo del profesor Sebastián y
la lectura de tres bitácoras, ya en este punto, todas las relatorías que se
leen en clase son de estudiantes que voluntariamente quieren compartirlas con
todos nosotros, recibir las correcciones pertinentes y así, crecer en su
proceso de escritura. Al terminar las relatorías me di cuenta que el avance de
todos ha sido realmente grande, que ya son pocos los que se limitan a simplemente
describir las clases con detalle y entran a relacionarlos con la vida
cotidiana, con otras clases y con temas relacionados con nuestra carrera, es
aquí cuando noto la importancia de esos trabajos que muchas veces hacíamos solo
por cumplir con algo, ya que independientemente de lo que estemos estudiando,
tener la habilidad de escribir y hacerlo correctamente lo vamos a necesitar
siempre.
La exposición de hoy me correspondía a mí con
un compañero, nuestro tema era: uso de mayúsculas y minúsculas, tema que
generalmente muchas personas reducen a que simplemente después de cada punto o
a inicio de cada párrafo va una inicial mayúscula. Claramente no es así, la
Real Academia Española tiene una serie de reglas para el uso correcto de las
mayúsculas y minúsculas que presenta en Ortografía
de la lengua española, en su edición del 2010.
Días anteriores preparando esta exposición noté
que muchas de las reglas no las había estado aplicando en mi vida académica,
por ejemplo, es un error muy grande escribir una palabra en mayúscula
sostenida, esto no se debe hacer jamás ya que rompen la unidad tipográfica y
constituyen un anacronismo en el diseño editorial, al leer esto comencé a
pensar cuántas veces entregue un trabajo con el título en mayúscula o
simplemente, en un ejemplo más cotidiano, le escribí un mensaje a alguien con
mayúscula sostenida, dando la impresión de que estaba gritando. Realizando la
presentación me devolví a la primera diapositiva y note que en muchas de las
plantillas que tiene power point el primer título automáticamente queda escrito
en mayúscula sostenido, y aquí volvemos al tema que se nombraba hace algunas
clases con el tema de las tildes que Word no corregía, y es que muchas veces hacemos
un trabajo o una presentación y pensamos que los programas están diseñados para
no dejarnos cometer ningún error y esto no es así, no podemos confiarnos en que
un programa nos va a corregir todo, somos nosotros quienes debemos estar
pendientes de todos los detalles.
Volviendo a la clase, continuamos exponiendo el
correcto uso de las mayúsculas y minúsculas, dándonos cuenta que cada vez
omitimos más detalles en nuestra vida cotidiana. Finalizamos nuestra exposición
con un kahoot y les dimos un incentivos a los primeros tres lugares.
Como lo mencioné anteriormente, todo en la vida
es un proceso, así como al graduarnos no podemos pretender entrar a una empresa
como gerentes, tampoco nos podemos saltar los escalones en nuestro proceso
educativo, todo es importante, todo nos ayuda, y todo nos ayuda a formarnos
como mejores profesionales.
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